EL INICIO
Eunice es una mujer dedicada a la consultoría de mejora de espacios públicos; creativa, amante del diseño y con una vida muy dinámica. Su enfoque en el trabajo la mantiene ocupada la mayor parte del tiempo. Tiene un gran gusto por la ropa y cuida mucho lo que su imagen comunica. Nos contactó a través de nuestra página web para renovar su vestidor. El vestidor que tenía estaba demasiado deteriorado, la mayoría de los cajones eran inservibles, las correderas ya no funcionaban y los espacios no eran suficientes para su ropa y accesorios. Eunice había contratado los servicios de un carpintero para que le fabricara e instalara el vestidor. Lamentablemente, no fue el diseño que ella esperaba y los materiales y la construcción no pasaron la prueba del tiempo ni de funcionalidad.
EL RETO
No había pasado mucho tiempo de haber generado el gasto en su primer vestidor. Eunice estaba desilusionada y frustrada por la inversión que había hecho y lo poco que había durado. Esta vez la experiencia tenía que ser diferente, necesitaba un vestidor con materiales resistentes, con armado sólido, con una garantía por escrito y sobre todo, debía asegurarse que todas sus pertenencias tuvieran un espacio específico que las mantuviera protegidas, que estuvieran a disposición inmediata y que en conjunto, su vestidor fuera una sensación tan placentera e inspiradora que la emocionara para arrancar el día. El gran reto: el precio debía estar al alcance de sus posibilidades porque era la segunda vez que invertía en su vestidor.
LA EXPERIENCIA
Una vez acordado con ella todo el diseño, el detalle de medidas, configuración y componentes, Eunice se dedicó a deshacerse de su clóset y prepararnos el lugar para recibir el nuevo mobiliario. Como en todas las obras, nos enfrentamos retos de coordinación de tiempos y algunos ajustes de precisión, pero nada que opacara la experiencia de lograr el vestidor de sus sueños.
EL RESULTADO
Eunice obtuvo un vestidor elegante y equilibrado, donde toda su ropa, calzado y accesorios lucían espléndidos, ordenados y disponibles. Hicimos una combinación de colores y materiales de acuerdo a su gusto y necesidades, resultando una combinación muy elegante y neutral que permitía que los colores de su ropa hicieran el trabajo de resaltar y hacerse candidatos protagonistas para el siguiente outfit.
Eunice quedó tan encantada con su vestidor, que nos pidió que le renováramos algunos muebles de la cocina y le hiciéramos unos muebles adicionales. Nos hizo saber que marcamos una gran diferencia en su vida, la sensación de arreglarse diario había cambiado; se convirtió en un nuevo ritual más fluido, placentero y sobre todo más funcional.
¡Gracias Eunice por ser parte de tu inspiración, día a día!